Por la Moratoria a los grados de ‘Bolonia’ en la Universidad de Sevilla

Cada vez son más los y las estudiantes, profesores y personal de administración y servicio de las universidades que están descontentos con el proceso de puesta en marcha de las ‘reformas boloñesas’. Hace unos meses, este descontento procedía principalmente por interpretar algunas de las reformas como privatizadoras y mercantilizadoras de la Universidad Pública. Sin embargo, más recientemente, se están sumando a las críticas a la puesta en marcha de ‘Bolonia’ muchas voces, que sin ponerse claramente a qué se está haciendo, están muy intranquilas sobre cómo se está haciendo. Y es que, muchas de las ‘reformas boloñesas’ se están haciendo con prisas y mal, ahora que no se para de hablar de “calidad”; palabra que en la Universidad está empezando a asimilarse peligrosamente a una burocracia orgullosa de un sinfín de formularios dudosamente prescindibles.

Un ejemplo de prisas y de procesos mal llevados es la tramitación de los nuevos planes de estudio de Grado que sustituirán a las actuales licenciaturas. Muchos centros diseñaron y aprobaron con prisas los nuevos planes de estudio a finales del último año presionados por los rectorados. Y en muchos casos estos centros no contaban, ni cuentan, con medios suficientes (aulas, profesorado, etc.) para llevar a cabo el tan cacareado cambio de metodología educativa que aumente la calidad docente al incrementar el ratio profesor/alumno, hacer al estudiante protagonista activo de su aprendizaje y poner en marcha sistemas de evaluación continúa eficaces. Además, ahora, muchos de estos centros desconocen aún si la omnipotente Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación (ANECA) dará el visto bueno a sus nuevos planes de estudios de Grado, cuando se supone que en el curso 2009-2010 debe estar implantado. Esta situación lleva a que no se pueda planificar la docencia del próximo curso con suficiente antelación y calidad. A esto hay que sumar una desinformación generalizada entre los estudiantes sobre las consecuencias de la entrada de los Grados.

En general, esta situación está llevando a una sensación de desasosiego bastante generalizado y a que cada vez más miembros de la comunidad universitaria se inclinen por una moratoria activa de un año que posponga la entrada de los nuevos planes de estudio en todos los centros hasta el curso 2010-2011. Moratoria que permitiría mejorar los medios docentes y la implantación de los Grados para que una vez que se pongan en marcha lo hagan de la mejor manera posible y con granarías de calidad.

En este sentido, hasta el momento habían aprobado la moratoria activa las facultades de Filosofía de la Universidad Complutense de Madrid y la Universidad de Barcelona, así como la Universidad del País Vasco en bloque.

En los últimos días, la idea de la moratoria activa de un año ha tomado mucha fuerza en la Universidad de Sevilla (US). Los representantes de alumnos (agrupados en el CADUS) han aprobado masivamente la moratoria. La Asociación de Docentes e Investigadores de la US también ha aprobado en referéndum (por un 56%) incluir la moratoria en su programa electoral de cara a las elecciones al Claustro. Y por si esto fuera poco, la Junta de Centro de la Facultad de Biología aprobó, el viernes 15 de mayo, la moratoria activa por 23 votos a favor, 8 en contra y 1 abstención.

Ahora la pelota está en el tejado de los Rectorados. Esperemos que respeten la autonomía de los centros de apoyan la moratoria y la decisión de su órganos de gobierno y no los obliguen a poner en marcha los Grados el próximo curso. Es más, en vista del clima general de debate y el gran apoyo que está suscitando la moratoria activa, este debate debe llegar a los Claustros si no queremos que la construcción de la Universidad Pública la realicen desde arriba unos pocos.

 

Jesús Castillo

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